usted me dijo al oído:
una inútil casualidad
enhebró su vida con la mía
mi cuerpo no entendió
tal insensatez
y en ambos
el temblor
el ardor
el preámbulo del deseo                                                                                                                                 
                                              
quiere tatuar en este cuerpo
su nombre
como si en verdad pudiese 
levantar un territorio
en un lugar vedado
comido por los lobos

usted me dijo:
ansío el relámpago
y yo dije
quiero todo cuerpo sobre el mío
su cabeza sobre este brazo
su mirada sobre mis senos
y su amor
en el vértice
en la esquina
a lo lejos

Comentarios

Orietta Delmar ha dicho que…
mas destapada la nena, mas ardiente, mas ella, liberando a la loba del armario...;)

gustazo, resalada!
Verónica Cento ha dicho que…
¿Vio?

Las cosas que pasan, y una tan indefensa...

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