escribo con la espalda recta
y con los ojos hundidos en el rostro blanco
el papel yace en la mesa como aturdido
esperando mi señal para empaparse

es así como me reclino ante su boca
lo rozo tentadoramente
le digo cosas al oído
y su ropaje parece encenderse de miedo

escribo como si el papel fuese un cuerpo durmiente
y mi labor fuese despertarlo de un gran sueño
para lograr abrir el manto que lo cubre
y por fin darle un nombre

Comentarios

Flores de su pena ha dicho que…
Hermoso arte el de la escritura literaria, tú lo describes muy bien.
Un abrazo.
Damasco. ha dicho que…
Llego por sorpresa, no por culpas, y me encanta lo que leo, así que sigo mi camino.
© José A. Socorro-Noray ha dicho que…
No sé como he llegado hasta tu blog, pero me ha sorprendido gratamente.

Felicidades, te seguiré leyendo.
-> ha dicho que…
me gustó mucho, el blog y la musquita (van 3 veces que le vuelvo a dar reproducir, y sigo leyendo)
beso
Verónica Cento ha dicho que…
Gracias María Elisa por acercarte nuevamente. Otro abrazo

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