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Mostrando entradas de febrero, 2008
si te dijera palabras rotas palabras nacidas de fosas profundas donde sólo crecen vegetativos rostros si te dijera las palabras más solas aquellas que crecen en mis pechos de forma insuficiente si amarrara tu verbo a este cuerpo para que comience a palpitar como un caballo desbocado si a este nombre partido con daga de plata si a este nombre que se parece al mío se aproximara a tu oído y te calentara el verbo tal vez la inclinación al cuerpo amado estaría mucho más próxima

ix

Caracas, 21 de febrero Porque soy la más miedosa y porque el miedo se alimenta de mí, las palabras se han abierto de par en par y han mostrado sus terribles fauces. Ahora todo lo que digo tiene que ver con inseguridades, ya no con arrojos. Ahora debo entender que la mordedura puede doler más que el silencio.

viii

Caracas, 24 de febrero Imaginemos un color, un terrible dolor que se albergue dentro de un pájaro, el que nunca canté, y el que nunca será dentro de mí una gaviota .
soy una esclava de mí y de la escritura ella se calla por no decirme todo lo que no acepto todo lo que no me acepto

Los múltiples retornos de Julio Cortázar

Imagen
por Ariel Dorfman De paso por Buenos Aires, me encuentro una y otra vez con la sombra de Julio Cortázar, resucitando persistentemente en cada esquina. Ojalá se tratara de su fantasma, a él que tanto le gustaban las historias de aparecidos, las almas en pena que no dejan en paz a los vivos que han traicionado la memoria de los muertos. Pero más que su espectro, es su recuerdo, su apellido, su palabra, lo que satura esta ciudad que él tanto amó. El autor de Rayuela está en todos los rincones: en una carta suya a la patria argentina que se vende en los interminables kioskos de diarios; en la plaza que lleva su nombre y donde ahora niños bulliciosos se insultan en el idioma coloquial que él hizo tan perdurable; en las librerías donde se destacan los tres volúmenes magníficos de sus cartas. Y también en las paredes. Alguien escribió BIBAN LOS CRONOPIOS en un muro, y otra persona, a las pocas cuadras, garabateó un mensaje para el gran escritor argentino que me cautiva y seduce y llena de

Condición

ahora que me miro al espejo ya no temo al reflejo íntimo aquel trozo de cuerpo inusitado tiembla dentro del vidrio me ama y muerde mi palabra con tal de que yo la nombre

Sobre el cuerpo

i escribo con el cuerpo abierto dejando entrever su gran colmillo su esqueleto débil sangrante y moribundo ii todas las noches aulla por todo aquello no dicho resguardado en su vientre escribo porque el cuerpo se hace pequeño e insoportable sus músculos se quiebran y un lamento se siente en los pasillos ese es mi cuerpo que rueda por el mundo destartalado iii la invisibilidad del dolor no significa la ausencia del mismo al contrario existe un cuenco donde habita el amante próximo y su llanto un sitio de donde no debió partir nunca la palabra iv si no existiera esta palabrería esta desvergüenza por el verbo ¿qué saldría de esta boca?

Las mujeres que fuimos

las mujeres que fuimos se acostaban a diario antes de las nueve y con los pechos llenos de voces cerraban la boca y el cuerpo para disimular las carencias. nadie nos encendía después del mes veintiséis disimulábamos las tristezas tapándonos los ojos con las manos y los demás miraban con recelo los rostros harapientos de hermosura. ahora las mujeres que somos nos mordemos las uñas latigándonos el verbo para que el papel sea una divina comunión: el centro del pálpito de nuestras palabras lástima que a veces somos una sequía temporal ubicadas a kilómetros del papel en blanco y peleamos con la distancia que nos ampara. las mujeres de este siglo escribimos por sentir la tinta entre los dedos y creamos palabras que nos duelen por las noches sacamos todo lo puta todo lo frágil del cofre corporal y lo canjeamos por besos en la espalda en la mañana no sabemos qué hacer con tanto llantopiel y nos frotamos los ojos por si acaso fuese un sueño

Poemas cortos

1 la lengua es un cuerpo seco y apático una sombra inescrupulosa daga con que partir el verbo para que me sostenga 2 tu boca es un espejo donde a diario me descubro 3 escribir es aumentar la culminación del verbo es hacerlo cuerpo y vestigio

creāre

creo la palabras más doliente surgida del más terrible objeto ella suelta sus odios a la noche para volverse a esconder en mis cabellos. la creación se silencia entre mis manos.

Proyección

quiero un poema a destiempo frágil y silencioso que sepa del propio cuerpo y de su lenguaje que posea un rostro fuerte y me proteja de mi propio espejo que surja del nombre de las cosas a las que temo que todos los días se levante con este nombre en los labios que siempre me escriba